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La Duce Espera

  • Foto del escritor: Clau L.
    Clau L.
  • hace 6 días
  • 4 Min. de lectura

Siempre nos han dicho que las mujeres embarazadas necesitan un trato preferencial. Sin embargo algunas mujeres en estado de gestación dicen no necesitar ningún trato diferencial porque no consideran la Maternidad como una limitante.


Es una mañana fría y gris de septiembre, está lloviznando y es un buen momento para engreírme con una taza de café caliente y unos cachitos de mantequilla aquí, en mi acogedora oficina de un Coworking de Lima. En medio del disfrute de este rapi desayuno, me advierten de un usuario que está comiendo huevos hervidos en una zona donde no se debe comer, las reglas son claras. Fui a buscar a la persona para invitarla a la zona del comedor; al no encontrarla, le dejé una amable nota sobre sus huevos. Pregunté si alguien sabia quién era la persona que los dejó y me dijeron que se trataba de una joven que últimamente hace uso del Lactario; entonces, obviamente se trata de una joven madre que está dando de lactar y los huevos son evidencia de que se está preocupando por la alimentación de su bebé. Una joven madre que trabaja y cuida de su bebé, quien dejó los huevos tibios sobre el mesón y una taza de leche calentando en el microondas. Me intrigó y preocupó que haya dejado todo listo, como la mesa de los tres ositos.

-¿Dónde estará?- Le pregunté a una colaboradora. Y proseguí: "Es un periodo muy sensible, hay que tener mucho tino cuando tratamos a una mujer que acaba de dar a luz". Empezamos una agradable conversación sobre "La Dulce Espera" y sobre el Post Parto.

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Sabemos que "La Dulce Espera" es un mito, un cuento. El embarazo es cosa seria.

Todo el día queriendo orinar, la presión arterial puede subir, nauseas y vómitos, en algunos casos graves. Se agudiza el olfato, algunas mujeres padecen migrañas y cuando empieza a crecer el vientre es difícil moverse, dormir, y atarse los pasadores del calzado es imposible. El cuerpo cambia y algo en las emociones también.

El entorno físico y afectivo para una mujer embarazada es importante y determinará en muchos aspectos el futuro de la madre después del parto. Y eso afectará de igual modo al bebé; pero aquí solo vamos a hablar de la madre.

La reproducción es una etapa dentro de la cadena evolutiva. Algunos expertos dicen que es Instintiva, otros dicen que es cultural. Como sea, siempre la ha acompañado una cortina de romanticismo inculcado sobre todo a las mujeres, a las que llevarían la carga de 9 meses aproximadamente. Seguro alguien inventó la celebre frase: "Hay que decirles que es dulce" para que no terminen lanzándose a un río o a las vías del tren.


"El fruto de tu vientre es el producto del amor"

La frase de arriba es anónima, pero es la típica frase para apaciguar los malestares propios del embarazo.

Será fruto del amor en algunos casos, en otros no, incluso dentro de un matrimonio que bien podría ser forzado, aún en estos tiempos.

Y podrá ser fruto del amor entre dos seres que se aman, pero ¿Qué hay con el entorno? .

Suegros o cuñados hostiles, la propia familia que podría siempre ser un ruido en el oído.

Factores como la vivienda influyen en el embarazo; y ¿Qué pasa si los esposos son de diferentes países, diferentes culturas? ¿Si tienen que viajar a un país diferente?


¿Las mujeres sufren en el embarazo?


Un poco ¿no? Ya, está bien. Dejemos un poco de romanticismo. Todas las mujeres que hemos llevado un embarazo, y lo hemos hecho con todos nuestros deseos y amor, recordamos nuestra hazaña con heroísmo. Yo sufrí de hiperémesis gravídica (*) ; fue así que me enteré que "La Dulce Espera" es un mito. Con todo el amor con el que esperaba a mi bebe, no veía la hora de que nazca de una vez. ¡Fue Terrible! . Sin embargo puedo jactarme que el padre de mi hija fue el compañero de ensueño. No hubo un día que no se conmoviera y acompañara en el proceso; aunque habían días que solo quería que no se acerque. La hiperémesis me había vuelto muy sensible a los olores, incluso el mío propio.


La maternidad es un sufrimiento que comienza en la gestación. Lo romantizamos, queremos que sea bonito e inolvidable. Pero hay mujeres que lo tienen muy difícil. Muy difícil, casi inmanejable. ¡Mujeres de mi alma!! Muchas de ellas abandonadas, sin familia, sin recursos. Habrán algunos que dirán cruelmente : "Si es tan duro ¿por qué se embarazan?" . Hay una primera respuesta fácil : "Ninguna mujer se embaraza sola", casi. En la manera tradicional se necesitan dos personas, aunque en estos tiempos vemos ciertas aberraciones y autoengaños.

Hay muchos pensamientos y expectativas en una mujer que planea ser madre. Y lamentablemente el mito de la Dulce espera regula esas expectativas. Todo debe ser color de rosa. Pero cuando las cosas van cambiando de color, la mujer embarazada puede tener cambios, no solo físicos, si no también emocionales que podrían continuar hasta después del parto, durante la lactancia, y más allá incluso.


¿Hay que tener un trato preferente con las mujeres embarazadas y lactantes?


Si. Hay que darles trato preferente. Ayudarlas con sus tareas domésticas; preguntarles cómo se sienten, qué necesitan. Quizás solo conversar está bien. Si cometen un error ,no las juzguen. Oigan, llevar un niño en el vientre no es fácil. Y si da de lactar, piensen que las emociones alteran químicamente el organismo y lo que produzca será transmitido a su hijo a través de la leche y el tacto.


Seamos buenos y comprensivos. Si vamos a romantizar algo que sea nuestro trato hacia las mujeres gestantes y en periodo de lactancia.

Tal vez la falta de empatía ha hecho que estas generaciones nuevas estén decidiéndose por la cultura No Child.

Ahora, a diferencia de siglos pasados, la maternidad es una elección; pero eso no quita que los cambios en la mujer sean exactamente los mismos. Que el embarazo no sea Dulce y los primeros meses de maternidad son sean una maravilla no debería impedir que la mujer se sienta Feliz en medio de todos estos cambios, por sentirse amada o al menos comprendida en este difícil periodo.




(*) La hiperémesis gravídica es una forma grave de náuseas y vómitos durante el embarazo que puede llevar a deshidratación, pérdida de peso, y desequilibrios electrolíticos. A diferencia de las náuseas matutinas normales, esta condición puede requerir hospitalización e intervención médica, incluyendo líquidos intravenosos, medicamentos y una reposición de vitaminas y electrolitos. 












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