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Foto del escritorClau L.

QUE ME QUEDES TU

Cuando los alumnos de ultimo año no se despiden ...


Que se arruinen los canales de noticias Con lo mucho que odio la televisión Que se vuelvan anticuadas las sonrisas Y se extingan todas las puestas de sol
Que se supriman las doctrinas y deberes Que se terminen las películas de acción Que se destruyan en el mundo los placeres Y que se escriba hoy una última canción
Pero que me quedes tú, me quede tu abrazo Y el beso que inventas cada día Y que me quede aquí después del ocaso Para siempre tu melancolía

Con esta canción de Shakira podría resumir el sentimiento de tantos jóvenes que en su ultimo año de estudios, ya sea secundaria o educación superior, no han podido despedirse de sus compañeros que por tantos años compartieron parte de su vida, a causa de la Covid. Quizás la etapa más importante de la vida de un ser humano no tuvo un cierre digno.

A raíz de la emergencia sanitaria global se paralizó el mundo unos meses. Las escuelas cerraron y los alumnos desde prekínder hasta los universitarios y técnicos quedaron separados de sus compañeros y en la mayoría de los casos también sus mejores amigos. En algunos otros casos, los alumnos fueron separados del lugar que les daba respiro, una capsula inmune lejos de la toxicidad familiar.

En algunos países el retorno a clases fue rápido, teniendo en cuenta que la OMS y la Ciencia habían indicado que el riesgo de contagio en adolescentes y niños era casi nulo. Y así parece que es. En las últimas estadísticas en Perú, de 196 provincias solo ha aparecido un caso en la provincia de Piura. Entonces ¿Por qué no un retorno a clases? Perú es el único país que los niños y adolescentes siguen en confinamiento. ¿Es esto un secuestro? ¿Hay suficiente evidencia científica para mantener a los niños y adolescentes encerrados un año más? ¿No es peor el daño colateral?: Angustia, ansiedad, depresión, descenso de los niveles cognoscitivos, ínfimo acceso al aprendizaje, adicción a los video juegos, aumento de peso por la poca actividad física, otras consecuencias de falta de movilidad y acceso a ambientes abiertos, abuso físico, moral y mental por parte de adultos cercanos, incluso violación y embarazos. Debe ponerse en la balanza los pro y contras. ¿Sabe usted cuántos niños se contagiaron de COVID y cuántas niñas resultaron embarazadas por un miembro de su familia el año pasado? Es alarmante




Pero el objetivo de esta lectura no es el drama que sufren día a día los niños y adolescentes encerrados en sus casas.

Quiero dedicar estas líneas a todos los jóvenes de 5to de secundaria y los que se graduaron de la Universidad o Instituto Tecnológico sin una ceremonia digna. Sin sus respectivos honores por haber culminado su etapa estudiantil.

Cuando terminé la secundaria, el ultimo día de clases, una compañera nos arrancó los tirantes del uniforme gris a toda prisa. Era como un signo de un primer Final. Un llamado al “Somos Libres”. Nuestras camisas blancas estaban decoradas con firmas y dibujos, con mensajes de fortuna y felicidad. Había cantos, risas, gritos de júbilo. Algunas se abrazaban y lloraban. Había felicidad y tristeza. Dos sentimientos que siempre se acompañan. Los mejores amigos tal vez se sigan viendo. Algunos se separarán y no se volverán a juntar nunca más.


Promoción 5to de Secundaria 1989 Colegio Santa Angela

Por favor, recuerde ese día de su vida. Cierre los ojos y vea a su alrededor. Tómese unos minutos.

¿Fue difícil regresar al Hoy?

Seguramente se ha reclinado en su mesa frente a la PC, ha puesto una mano en su cabeza y ha suspirado pensando en esos momentos felices de juventud que no volverán, pero le dejaron una fuerte huella en el corazón.

Ahora miremos a los miles de jóvenes que se quedaron sin ese recuerdo. Un robo desalmado. Se quedaron sin abrazos, sin besos, sin camisas pintadas, ni uniformes rotos. Se quedaron sin buenos deseos de sus amigos del alma. Lo voy a decir: No es justo.


Que se arruinen los canales de noticias Con lo mucho que odio la televisión Que se vuelvan anticuadas las sonrisas Y se extingan todas las puestas de sol
Que se supriman las doctrinas y deberes Que se terminen las películas de acción Que se destruyan en el mundo los placeres Y que se escriba hoy una última canción
Pero que me quedes tú, me quede tu abrazo Y el beso que inventas cada día Y que me quede aquí después del ocaso Para siempre tu melancolía


Esta pandemia les robó a miles de jóvenes estudiantes su última canción juntos.

El adiós a sus maestros.

La gratitud al señor a la señora de limpieza. Al señor de la puerta. A la señora del kiosko.

Es un ciclo que no ha sido cerrado.

Los padres de familia, que aman a sus hijos, y los profesores que son Maestros que se preocupan por el bien de sus alumnos deben reflexionar sobre la importancia de las vivencias emocionales de estos jóvenes. Ellos merecen cerrar estas etapas de la vida. No importa si es un lugar abierto, con mascarilla y distanciamiento social, pero deben darse ese ultimo abrazo. Quizás en el futuro hagan nuevos amigos, pero ninguno será igual al amigo del colegio. Devolvámosles esa experiencia única e irrepetible.


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