COMO NO PERDER NUESTRA PRINCIPAL HERRAMIENTA DE ATENCIÓN: LA SONRISA

La mayoría de estudiantes en el ultimo año de estudios se introducen en Test de Orientación Vocacional con el fin de estudiar una carrera que terminen satisfactoriamente y logren conseguir un empleo que signifique buenos ingresos desde el inicio. Todos los conocimientos se convertirán en potenciales herramientas de trabajo y los harán destacarse entre sus competidores. La carrera universitaria o técnica, estudios de idiomas, computación, especializaciones, postgrados, etc; todos serán parte de sus herramientas de trabajo. Pero ¿que herramientas tenemos para manejar el estrés laboral, lidiar con compañeros difíciles o situaciones complicadas con el publico?

Existen talleres de Trabajo en Equipo, Inteligencia Emocional, Liderazgo; pero ninguno te enseñará como mantener una sonrisa durante todo un día de trabajo y mucho menos como evitar que este recurso se agote.

Por el contrario a los conocimientos adquiridos que se mantienen en nuestro cerebro inagotables, almacenados como en un dispositivo electrónico, las emociones pueden sufrir variaciones. El ingreso a un centro laboral siempre nos llena de expectativas y nos vemos positivos frente a los nuevos compañeros, nuestros jefes y al publico ( si tenemos contacto externo). Pero ciertos factores pueden hacer que esa herramienta infalible pueda agotarse.

Luego de cierto tiempo en la empresa, como en toda relación interpersonal, las emociones se estabilizan y damos pase a una relación madura y debemos hacer que cada día sea como el primero. Iniciar el día con una sonrisa y las mejores expectativas, ya no para un futuro en la empresa, sino para el día a día. Toda nuestra vida laboral en una empresa se reduce a ESTE DÍA.

"Quiero que este sea el mejor día y empezaré sonriendo y siendo amable con todos los que se acerquen a mi por ayuda" .

Pero, todo día tiene un atardecer y a lo largo de nuestro DÍA se aparecen pequeños escollos que hacen que la sonrisa y la amabilidad se escondan un algún lugar de nuestra alma, como un niño pequeño asustado que no quiere salir de su escondite. Nuestra potencial herramienta eficaz de atención al publico nos abandona. En ese momento tenemos que iniciar una búsqueda de rescate hasta encontrarla. Mientras nuestros conocimientos matemáticos, estadísticos, electrónicos o lo que sea siguen incolumes ante las adversidades del día, nuestras emociones si pueden sufrir daños. Un compañero hostil, un cliente insatisfecho, un proveedor impaciente por su pago, una situación personal inusual como el divorcio, la perdida de algún familiar cercano, un quiebre financiero o similares afectan nuestro interior. Definitivamente la sonrisa se va por el desagüe. Sin embargo la vida continua y usted debe seguir trabajando. Nadie tiene la culpa ni debe terminar afectado por nuestra situación, sea cual sea. Debemos terminar satisfactoriamente nuestro Día. Hay situaciones que merecen que nos apartemos unos días.

Desconectarse es la única forma para reconectarse.

Los periodos de Desconexión - reconexión son variables según el grado de la situación. Pero en nuestro Día a Día, en nuestro ÚNICO DÍA LABORAL, no hay tiempo. Este periodo debe ser breve. Pueden bastar cinco minutos para hacer un breve ejercicio de respiración: Inhalar contando los latidos del corazón hasta ocho pulsaciones; luego retener contando cuatro pulsaciones; finalmente exhalar contando los latidos del corazón hasta cuatro pulsaciones. Este breve ejercicio lo puede hacer hasta tres veces. Ponerse en contacto con el corazón suele ser relajante y reparador. Concentrarse en su respiración lo hace desconectarse de todo lo demás, por eso es importante oír su respiración y sentir su corazón. Otro método es Dejar todo. Cierre su correo, apague su teléfono y cierre los ojos en postura de oración, como hacen los japoneses. Inemuri No solo se habrá reconectado, lo hará con mucha mayor energía.

Si bien es cierto que nuestras emociones se agotan, la buena noticia es que pueden regenerarse. No importa qué pase, usted nunca debe perder la sonrisa. Por lo menos, no para siempre.