Desde nuestro viaje a Villa Rica, mi hija y yo descubrimos que no hay nada mas sano, y a la vez delicioso, que el café molido. En el Tour del Café llegamos hasta Cerro de Pasco, pasando por Chanchamayo, descubriendo así una gran variedad de tipos de Café para pasar. En La Cafetalera de los Schuller, incluso nos enseñaron el modo de pasar el café correctamente: la temperatura del agua es muy importante. Luego de una nutrida degustación seguimos el tour hasta su plaza de armas, coronada con nada menos que una Gran Cafetera. La magia del café nos envolvió por completo; de ahí en adelante solo tomamos café molido. Es un aroma que nos hace felices.
Empecé comprando en los grandes supermercados un café de marca comercial, pero al tiempo descubrí que en el mercado de San Juan de Miraflores venden Café tostado, a un precio mas accesible y molido en el acto. Yo estaba fascinada de poder conseguir del tipo caracolillo con su olor tan penetrante y su intenso color negro.
Al descubrir que el café en grano fue falsamente culpado de Insomnio, nos convertimos en bebedoras nocturnas de café. El café no tiene un momento ideal. Se puede tomar de día, de tarde o de noche, con frio o calor. Se puede acompañar con un bocadillo dulce o salado. Para nosotras la combinación perfecta es con un sándwich de albahaca con aceite de oliva, pero si no lo tenemos, cualquier combinación es perfecta, mientras nos ponemos al día de nuestros asuntos del día a día.
El sábado desayunábamos café caracolillo de Chanchamayo con un sándwich de huevo antes de salir cada una para sus destinos habituales: mi hija a sus clases de karate y yo al trabajo. Esos momentos del desayuno son los que aprovecho para darle consejos o ser su centro de noticias real y sin desinformación.
A veces los padres podemos terminar siendo un poco "pesados" con nuestros hijos por caerles con miles de recomendaciones, consejos e información en tan poco tiempo. Si bien es cierto la hora del desayuno pasa muy rápido, siempre pueden haber unos minutos de "Sobre mesa" para mejorar nuestro tiempo de Calidad.
También, en ese breve espacio que compartimos tomando café, puede ser mi hija la que me de alguna información totalmente novedosa; me sirve para actualizar mi oxidada base de datos. Nuestros hijos pueden tener información sorprendente. Es ahí donde la Sobre mesa se vuelve exquisita y se torna en una Charla de ConsCiencia donde todas las partes, padres e hijos, se nutren.
Entre tantos temas que pudimos tocar ese sábado, algunos mas sensibles que otros, en ese breve espacio de tiempo con "aroma de café", terminamos reflexionando sobre algo muy importante: El rol de los padres no es solo cubrir los gastos de los hijos como una obligación o apoyarlos en todas sus ideales hasta que los cumplan. También somos sus veladores, sus Cuidadores. Estamos Encomendados a Protegerlos orientándolos. Si, a veces hay que ser pesados con ellos. Decirles lo que No quieren oír, porque quizás de eso dependa su éxito en la vida. Algunos dicen que Dios nos puso como sus ángeles custodios hasta que los hijos puedan abrir sus alas y volar. Debe ser algo así.
"Todo lo que te digo no lo hago para molestarte, hijita, lo digo porque te quiero y quiero que algún día seas totalmente Libre".
La abracé y le dije cuánto la quiero. Y si lo escribo aquí es porque quiero que muchos padres descubran ese rol con sus hijos. El rol divino de Ángeles Custodios.
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