Dulces caseros

El domingo mi hija me pidió que le prepare mazamorra de durazno; pero no de fruta natural. A ella le gusta la instantánea, de sobre. Eso se debe a que esa era la mazamorra que yo le daba cuando era pequeña.

Como últimamente no compro mazamorras de sobre, le propuse hacerle una mazamorra de maicena con leche....como las que nos hacia mi madre cuando éramos chicas.

Empecé a recordar todos aquellos dulce que mi mamá nos preparaba en las tardes.

No podría escoger uno como mi favorito. Me encantaban todos: dulce de higos, mazamorra de membrillo, dulce de camote, mazamorra de chancaca (panela), gelatina transparente con jugo de chancaca, etc.

¿Cuándo habrá sido que comí el ultimo hecho por ella?

Mi mamá ahora hace poemas. Ya no hace dulces. Pero sin embargo hoy me dio la receta del dulce de higo:

"Es fácil...solo agua canela clavo de olor hervir luego echar los higos hasta que estén y el agua se haya consumido como que quede miel y a la fuente ...plato y espolvoreas canela molida en los tres platos igual"

Parece fácil, pero no lo es. Una vez intenté y me salió muy mal. Hay que tener paciencia de aquellas que tenían las mujeres de antes.

Yo he trabajado toda mi vida y eso me ha hecho una persona muy practica. Aunque lucho contra ese practicismo que me aleja de la cocina y hago mis intentos culinarios; porque la cocina te acerca a los seres queridos. No hay nada que estreche mejor los lazos que un buen platillo hecho por nuestras propias manos, y cuan mejor si es un dulce.

Hoy por hoy, no solo tenemos opciones de alimentos Instantáneos, ahora existen todos esos aplicativos del teléfono que te facilitan hacer pedidos de comida o lo que sea, las personas se alejan más de la cocina. Más fácil es pedir y que te lo traigan listo para comer. Es verdad que es una gran ayuda... pero yo seguiré luchando por mantener la vieja tradición de hacer mi propia comida (además de resultar más sano y económico)

Con esto no les digo que tienen que cocinar todos sus alimentos; pero que tal si un día se atreven a sorprender a sus familiares o amigos.

Yo, seguiré reviviendo los dulces caseros en mi mente, hasta que me atreva a hacer otra vez ese dulce de higo que me trae tan buenos recuerdos.