Muchas veces (o pocas veces los afortunados) cuando tenemos que enfrentar una ruptura amorosa escuchamos frases como: "Es por tu bien", "Déjalo (a) ir", "No era para ti"; y tratan de levantar tu ánimo con frases como : "No le reclames", "No llores", "Cierra esta página y escribe una nueva" , etc.
Una ruptura se puede dar en la relación de enamorados, novios, esposos, incluso amigos. Las promesas de una eternidad juntos, fidelidad, compromiso, amor, lealtad son como pactos de sangre. La verdad es dada por supuesta. El amor es correspondido (?). Somos lo más importante para el otro ser humano. No existe nadie más importante que nosotros. Tenemos la exclusividad del compromiso con el otro. Pero de pronto, un buen día, la otra parte abandona sus votos. Si algún día dijo te amo y esto es para siempre, son palabras que se las llevó el viento y el tiempo. Ahora esas palabras son para alguien más; en algunos casos deciden regresar con la persona con la que tuvieron una relación anterior, o quizás se van con alguien que conoció recién (más joven y en mejor estado físico) . Estamos evidentemente ante una persona mentirosa que te dijo que te amaba...pero era mentira. Y no en el contexto de Michael Bolton
Luego de la ruptura llueven las frases del primer párrafo.
Tengo basta experiencia en el tema y he llegado a escuchar la frase lacerante: "Debes entender que se enamoró de alguien más" .
Respirar para analizar. Okay, la otra persona puede volverse a enamorar de alguien más. Eso es válido. Tiene derecho a cambiar de jugador en el juego del amor. Lo que está mal es dejar al otro con el corazón herido (partío - al estilo Alejandro Sanz)
Lo que está mal es ser desleal. Iniciar una nueva relación con otro jugador, cuando tu todavía estás en el campo de juego y de buenas a primeras dar por terminado el juego cuando estás dando tu mejor rendimiento en el partido.
En cualquier tipo de relación terminar ipso facto está mal. Sea relación laboral, de amistad, deportiva, la que sea. La diferencia es que si se rompe una relación de trabajo o deportiva debe haber una compensación económica. Al menos no te vas con las manos vacías. Y no se trata de sacar algo de una relación. La palabra lo dice , es Compensar.
Pero en el amor no se da la Compensación. No siempre. En el caso de los matrimonios terminados, la ley exige que si hay hijos, el que abandona debe pasar una manutención a los hijos. Pero no exige una compensación a la parte abandonada. Tampoco se habla de soporte emocional.
Lo cierto es que la parte abandonada sufre. Y no hay palabra en el mundo que pueda calmar el dolor del abandono que fue Ipso Facto. ¡Hombre! Nos dejaron en lo mejor del partido!
¿Por que no reclamarle? ¿Por dejarle ir tan fácil ? ¿Por que tendría derecho a ser feliz cuando dejó al soldado sangrando en la batalla? ¿Por que llevarse el corazón sangrante como trofeo de guerra? ¿Por que irse sin cuadrar cuentas, sin hacer balances?
Lo peor que puede hacer una persona es abandonar a otra sin dar explicaciones. Creo que una relación amorosa al menos la explicación mas absurda serviría. Pero con respeto y honestidad.
Normalmente el que abandona es incapaz de reconocer su desleatad, incluso busca cómo culpar al abandonado. Cualquier pretexto es bueno para justificar que encontró alguien mejor, mas comprensivo, más limpio, más bueno, alguien que le hace feliz (Los pobres vivían en la completa infelicidad con nosotros). Hay quienes creen sus injurias. Encima, tras cuernos palos. No solo quedamos abandonados, también injuriados, calumniados, somos los monstruos que solo hacíamos sufrir. Y con todo, debemos callar resignadamente. ¡Ni siquiera nos dejan el derecho a reclamar!!
La sociedad, compuesta por familiares y amigos, deberían ayudar a que, en el partido del amor, los "abandonadores" cumplan con ser mejores seres humanos, mejor Gente. No debemos seguir normalizando el "desamor" . Tenemos que dejar claro que tenemos derecho a elegir a quien amar. Lo que no tenemos derecho es a romper el corazón de las personas que creyeron en las palabras de amor, en las promesas de fidelidad y compromiso. Exijamos al que se va a que deje las cuentas claras. No solo demos palabras bonitas al que quedó sufriendo. Pongamos al otro frente a su realidad de villano.
Así quizás el mundo sea mejor si somos mejor gente.
Seamos mejor gente.
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